En muchas ocasiones se escucha que entrenar no es difícil, lo difícil es seguir entrenando. Esta falta de frecuencia causa que no veamos progresos y que en algún punto dejemos de entrenar; todo esto debilita nuestra fuerza de voluntad y disciplina para cumplir nuestras metas.

Hoy voy a dar soluciones y consejos que ayudarán a que seamos constantes en nuestros entrenamientos, y con el tiempo y la constancia, esta actitud de seguir adelante nos será de mucha ayuda en futuras metas de todo tipo.

Organízate

No hay nada mejor que saber que hacer y no estar perdido, organiza bien las horas, la duración, etc. Lo mejor es hacer un horario que tengas a la mano en cualquier momento, una app en el celular no está nada mal.

Planea lo que vas a hacer

Lo mejor es no perder tiempo y saber que vas a hacer, si no recuerdas muy bien que ejercicios hacer, puedes buscar los ejercicios de tu interés en internet.

Exígete lo suficiente

Exigirse es necesario, pero todo en exceso es malo, debes identificar conscientemente si no puedes hacer más ejercicio, o si aún puedes seguir. Lo mejor es ir probando cosas nuevas siempre, ya que mientras más pruebes, más conocerás a tu cuerpo.

El entrenamiento comienza un día antes

¿Te ha pasado que despiertas y no tienes ganas de hacer nada? Esto es debido a que no descansaste bien, comiste demasiado la noche anterior, te quedaste trabajando o jugando hasta muy tarde, etc. Es fundamental prepararte un día antes, y es muy sencillo, lo único que tienes que hacer es tener un buen descanso.

Reconoce qué puedes hacer y qué no

Reconocer situaciones es importante, pues sabrás si haces lo más indicado o no. Por poner un ejemplo, hoy amaneció un clima con vientos fuertes y fríos, por lo que salir a correr sería muy imprudente, ya que va a ir mal y no podré hacer ejercicio el día siguiente.

Prémiate

No todo es “sacrificio”. Debes premiarte de vez en cuando, con premiarte me refiero a hacer cosas que por cumplir las metas estás sacrificando, como dejar de lado muchas azucares, a la larga te aburrirás de haber dejado el azúcar y regresarás a consumirla, pero en cantidades desproporcionadas. Lo mejor es “premiarte” de vez en cuando, como para no sentir el ejercicio como un “sacrificio” sino como realmente es, un buen estilo de vida.

Las cosas no cambian de la noche a la mañana

Este es el último y más importante, se perseverante, no esperes resultados en tan poco tiempo; ten paciencia, todo llega a su tiempo. Si estuviste comiendo chatarra por varios años, ¿crees que se va a ir en 30 días? Así que si no ves “resultados” no te impacientes, aprecia cada cambio que tengas, por más mínimo que sea. Aprecia lo que ya tienes, y no te mueras impaciente por lo que tendrás.

Con esto concluyo mi blog, sé que puede parecer largo, pero personalmente me hubiera gustado recibir estos consejos hace unos años atrás, espero te ayuden mucho. Si tienes un consejo más no olvides dejarlo en la caja de comentarios.

Y recuerda, el mejor guerrero es un guerrero educado.